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‘BreakoutEdu’, microgamificación y aprendizaje significativo

Este artículo se publicó el pasado 27 de julio del 2017 en el monográfico sobre Gamificación Educativa de Educaweb.

Si está leyendo este artículo, quizá tenga alguna relación con el mundo de la docencia y haya escuchado alguna cosa acerca de la gamificación en la educación. En caso que la respuesta sea afirmativa, probablemente también se haya enfrentado al diseño de un actividad didáctica para sus alumnos. Teniendo en cuenta esa experiencia, me gustaría plantearle un reto, pero no se asuste, le aseguro que será capaz de solucionarlo. Llevo años diseñando experiencias educativas relacionadas con el juego y tengo claro que, cualquier reto debe progresar manteniendo equilibrio entre la dificultad y la habilidad de los participantes.  Un exceso de complejidad genera ansiedad . Al contrario, demasiada sencillez provoca aburrimiento… Entremos en materia y vayamos a por el reto: Imagínese una actividad que…

  • Sea capaz de adaptarse a cualquier contenido curricular.
  • Promocione la colaboración y el trabajo en equipo.
  • Desarrolle el pensamiento crítico y la habilidad para resolver problemas.
  • Mejore la competencia verbal.
  • Plantee retos ante los que se debe perseverar.
  • Construya pensamiento deductivo.
  • En la que los participantes aprendan a trabajar bajo presión.
  • En la que los alumnos sean los protagonistas del aprendizaje.
  • Sea divertida para todo el mundo.

¿Ha sido capaz? ¿Cree que es demasiado ambicioso e incluso pretencioso? ¿Ciencia ficción? ¡Para nada! Estas son las 10 razones que Maria Galanis (Chicago) y Sylvia Duckworth (Toronto), consensuaron conjuntamente tras experimentar sus primeros breakouts como docentes. Tras su síntesis, las recogieron en una infografía que uso a menudo para seguir difundiendo las virtudes de esta microgamificación que fomenta el aprendizaje significativo.

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Un “breakout” es un juego inmersivo derivado de los populares Escape Rooms que están reproduciéndose como espacios de ocio en ciudades de todo el mundo. En un breakout, no hay que salir de una habitación en la que un grupo está encerrado; aquí el objetivo consiste en abrir una caja cerrada con diferentes tipos de candados. Para conseguir los códigos que los abren es necesario resolver problemas, cuestionarios y enigmas. Una breve narrativa transforma a los participantes en agentes secretos, científicos, aventureros o cualquier personaje que imaginemos dispuesto a salvar al mundo entero!

¿Cómo va el reto? Al llegar a este punto, deberían haberse hecho ya una leve representación visual de la actividad… ¿No es así? No se preocupen, aprovechando el medio multimedia en el que nos encontramos, qué les parece si ven el siguiente vídeo de 4 minutos en el que unos alumnos de quinto de primaria participan  en un breakout? Atención! Los niños se expresan en catalán por lo que quizá prefieran activar los subtítulos en inglés…

A modo de resumen, en “La Caja Misteriosa”, uno de mis primeros breakouts que diseñé, estos alumnos debían:

  1. Traducir y ordenar unas palabras en inglés para construir una frase que les indicaba dónde se escondía una llave que abría el candado de la caja de herramientas.
  2. Acceder a Internet a través de un hipervínculo que les llevaba a un formulario en el que debían realizar unas operaciones matemáticas, traducir otra frase al inglés, resolver una adivinanza y contestar a un par de preguntas de lógica.
  3. El formulario, en respuesta, les sugería que buscaran en las sombras de un nuevo póster colgado en el aula.
  4. Aunque a simple vista no había nada extraño en el póster, la linterna de luz ultravioleta que estaba dentro de la caja grande les permitía ver los tres números escritos con tinta invisible en una zona sombreada que abrían la caja pequeña y llevarse el tesoro!

Ahora es el momento de revisar y ampliar las 10 razones para jugar a un breakout que citaba anteriormente. Veamos algunas reflexiones que se derivan de ellas y de su aplicación en la actividad:

  • Sea capaz de adaptarse a cualquier contenido curricular: en “La Caja Misteriosa”, las preguntas del formulario eran variadas pero, ¿podrían haber sido todas sobre una temática en concreto?¿Sobre la Revolución Francesa?¿Las tablas de multiplicar?¿Economía política?
  • Promocione la colaboración y el trabajo en equipo: la especialización y adaptabilidad son dos competencias del siglo 21 que las empresas demandan a sus posibles trabajadores. ¿Tienen algún sentido sin la capacidad de formar parte de un equipo, sin la capacidad necesaria para gestionar las relaciones sociales que requiere cualquier grupo de personas? En el vídeo, una de las niñas comentaba que se había dedicado a procurar que sus compañeros se concentraran en la labor.
  • Desarrolle el pensamiento crítico y la habilidad para resolver problemas: en muy poco tiempo, desde una perspectiva histórica, hemos pasado de tener dificultades para acceder a la información a tenerlos para gestionar la exuberante cantidad de información que nos llega. Nos exigen que formemos a las nuevas generaciones a enfrentarse a problemas que aún desconocemos, debemos crear escenarios que ayuden a los alumnos a construir mecánicas que puedan transferir a otras situaciones de la vida.
  • Mejore la competencia verbal: ser capaz de transmitir un idea, de estructurar un discurso, de gestionar a un grupo de personas, de hablar con un desconocido… ¿Cuántos de nosotros tenemos problemas para articular un razonamiento? ¿Hemos aprendido a hacerlo? ¿Cuándo fue eso? ¿Tuvimos oportunidades para hacerlo en el ámbito escolar?
  • Plantee retos ante los que se debe perseverar: otra de las virtudes del juego es sin lugar a dudas la perseverancia. El juego tiene algo que la educación en general ofrece ocasionalmente: respuesta inmediata. Lo has hecho bien, subes el nivel (y sigues jugando). Lo siento, has fracasado, pero puedes volver a intentarlo (te has equivocado justo en este punto y este ha sido tu error). Los juegos te enseñan a insistir, nos entrenan a ser constantes.
  • Construya pensamiento deductivo: un breakout no es un recurso para usar semanalmente, aunque a los alumnos les gustaría, se lo garantizo. Tras sus primeras experiencias aprenden que deben comunicar e intentar organizarse. Así lo expresan en el vídeo. En siguientes versiones de “La Caja Misteriosa”, los alumnos esperaban que los acontecimientos se repitieran aunque claro, si fuera así… ¿dónde queda el reto?¿y la motivación? En un breakout (y en cualquier secuencia didáctica bien diseñada) se aprenden métodos generales que podrán aplicarse a nuevos casos específicos. Desde la posición de observador que facilita un breakout, descubres a los alumnos transfiriendo contenidos y mecánicas, deduciendo estrategias para solucionar nuevos retos. Casi parece ver como sale humo de sus cabecitas!
  • En la que los participantes aprendan a trabajar bajo presión: en “La Caja Misteriosa”, los grupos de alumnos disponían de 12 minutos para solucionar el juego. Tras este tiempo, debían dejar paso a otro grupo que iniciaba el proceso de nuevo mientras el primero reflexionaba antes de intentarlo de nuevo. Por otro lado me cuestiono, ¿deberíamos entrenarlos a trabajar bajo presión? ¿Siente usted que vive bajo presión?
  • En la que los alumnos sean los protagonistas del aprendizaje: les aseguro que como docente, este es uno de los puntos que más sorprende. Con la voluntad de atender a todos los alumnos del aula, el docente habitualmente circula por el aula mientras ellos realizan la tarea. Sin darnos cuenta, queriendo atender a la diversidad, acabamos anticipándonos a sus posibles errores: “No, no, eso no es así!” “Cuidado esa operación está equivocada!”…. ¿Se han fijado en el vídeo? ¿Quienes tomaban las decisiones? ¿Se han dirigido al docente en algún momento mientras intentaban abrir las cajas?
  • Sea divertida para todo el mundo: les invito a que valoren por su cuenta. Fijense en las caras de los alumnos durante la actividad… ¿Qué les parece? ¿Parecen emocionados?

Si estas 10 razones les parecen poco y aún disponen de unos minutos para seguir investigando, les invito a visionar el siguiente vídeo. En este caso, un grupo de docentes se enfrenta a un breakout para experimentar su potencial durante una formación profesional que diseñamos con Natxo Maté para el Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Barcelona. Como pueden ver, un breakout es una herramienta didáctica muy versátil, adaptable a cualquier contenido y edad, una experiencia de gamificación concentrada en una única sesión… Para concluir este artículo les dejo con dos preguntas ¿Creen que el aprendizaje que se realiza en un breakout es significativo? ¿Están preparados para algo diferente? ¿Se están preguntando dónde conseguir el material necesario?

 

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